domingo, 31 de diciembre de 2023

                                



No tendrás coche... y serás feliz 


Hace poco en un debate televisado un economista muy conocido decía que lo que le molestaba de la política del Coche Eléctrico, era su imposición, que se pretendiese desde la política presentar el asunto como un problema moral. Si usted tiene un coche de combustión es un amoral, casi un delincuente, ataca al medio ambiente y no se preocupa por los efectos desastrosos que tendrá en el futuro su huella de carbono.

Ahora bien, un coche eléctrico es caro, el porcentaje de compra de coches eléctricos es un reflejo casi exacto del PIB de cada país. No todo el mundo puede pagarlo, los países pobres tienen más dificultades para adquirir uno. Eso es una pega, pero hay más, el coche eléctrico es ineficiente, no tiene mmucha autonomía, no hay muchos puntos de recarga y no siempre funcionan, las baterías de uno de estos coches contaminan muchísimo más, y a los pocos años hay que cambiarlas, etc, etc.

Entonces, ¿por qué tanto énfasis en este tipo de coche? ¿Qui prodest? No a las empresas de automoción, no a los usuarios, no al medio ambiente. Yo creo más bien que está relacionado con un problema de libertad, de libertad deambulatoria, y de libertad de elección. 

De libertad deambulatoria, porque si eliminamos los coches, o una gran mayoría de ellos, sólo podrán desplazarse los ricos, los verdaderamente ricos. Cuando se dice menos coches y más servicio público, se está diciendo, conm oyras palabras, que no tengas la elección, la posibilidad de moverte en cualquier momento y a donde quieras. Te están coartando tu libertad de movimientos.

Es un problema, en definitiva de Libertad con mayúsculas, que nos dejen elegir qué medio usamos, y de qué tipo: de combustión, híbrido, eléctrico, etc. Pero que nos dejen, que no nos tutelen, que no nos obliguen, 


martes, 11 de octubre de 2022

El regreso de la Historia

 Después de 1989, con la caída del telón de acero, Francis Fukuyama nos habló del "fin de la historia". Lo creímos. Después vino el yihadismo para refutarlo y el concepto quedó en entredicho, y ahora, con la inimaginable agresión de Putin, nos encontramos, no ante el fin, sino ante el regreso de la Historia en su peor versión. 

¿Qué mueve a un país de 17, 3 millones de km2 a atacar a un país veintinueve veces más pequeño? Un país pacífico, que solo quiere vivir como sus ciudadanos decidan. Si quiere estar en la OTAN, si quiere pertenecer a la UE, ¿quién puede impedírselo? ¿Ser libre es un casus belli?

Matar a inocentes, arrasar un país por supuestas justificaciones históricas, que no resisten el más mínimo análisis, ni resisten la realidad  de los rusohablantes que pelean con fiereza  contra el invasor, es un crimen contra la humanidad.



viernes, 25 de febrero de 2022

Nunca, Ken Follet, Nunca

 

Este libro trata de la posibilidad inminente  de una tercera guerra mundial, es decir, justo el momento en que estamos ahora, donde cada día se ve que, lo que parecía impensable, puede ocurrir. Hace tiempo que Follet anticipaba este estado de cosas en una entrevista, así que parecía una buena idea leer su nueva novela, pero...

...Pero conseguí terminarla al tercer intento, aprovechando el reposo obligado de una gripe, si no hubiese sido por el virus jamás hubiese acabado este ladrillo cursi. Se desarrolla la novela con cuatro historias paralelas sin interés alguno donde reina el amor más estomagante: la presidenta de los EEUU, enamorada de un asesor, una agente de la CIA en el Chad, enamorada de otro agente francés, por supuesto rico y guapísimo; otro agente de la CIA, enamorado de una joven bellísima que intenta emigrar a Europa a través del Sáhara, y, finalmente de un Joven agente chino enamorado de su mujer, una actriz famosísima y, por supuesto guapísima, etc, etc. Es una historia que podría haber firmado Corín Tellado, o quizás no, quizás a la escritora de novelas rosa le daría una vergüenza infinita y jamás (o NUNCA, ¿verdad, Kent?) firmaría este bodrio.

¿Y lo de la 3ª Guerra mundial? Bueno, eso empieza a verse, al final del libro, y no esperen nada de geopolítica, por supuesto. todo se ve  a través de los  personajes  de la presidenta y del joven chino, que tienen unos problemas con los coreanos (en Corea del  norte  hay un golpe de Estado, que es aprovechado  por los de Corea del sur) que pueden desencadenar una guerra nuclear. Y así, con esa amenaza acaba el pestiño de Follett.

Es una lástima que el bueno de Kent no hubiese incluido una trama con personajes rusos, ese detalle se le pasó al señor Follet, aunque si lo hubiese hecho serían personajes risibles, como los de su novela, no temibles asesinos como Putin.

En fin háganle caso al título y no la lean NUNCA.


 

viernes, 12 de noviembre de 2021

Hub al cubo

 


Parece que el barbarismo Hub ya está instalado en nuestra sociedad, así se habla de que determinado aeropuerto va a ser un hub internacional o de que cierta empresa va a montar un hub logístico no sé dónde, etc. La verdad es que da mucha pereza, pero hoy me apetece explicar el origen de este término.
Este préstamo crudo viene de la lengua inglesa como tantísimos otros y significaba, en puridad, la pieza central de la rueda de carro y se aplica hoy a cualquier tipo de rueda. Pues bien, el inglés por vía de metáfora pasó a ensanchar su campo semántico dándole el significado de centro que opera hacia todas direcciones, exactamente como la rueda de la bicicleta  desde cuyo centro los parten los radios en todas direcciones, así en sentido metafórico los anglosajones denominaron hub al aeropuerto porque desde allí partían vuelos hacia todos los destinos del mundo. Es decir, crearon una nueva acepción para una palabra a través de una metáfora, es algo bastante frecuente en realidad. Por ejemplo, ¿cómo le llamaron los ingleses metafóricamente a un tipo de envase de plástico que  parecía una ampolla, o una burbuja? Pues Blister, que significa exactamente eso. 
Nosotros, a la hora de buscar un término nuevo por vía metafórica, o por vía de analogía,  preferimos adoptar el préstamo crudo de otra lengua y usarla en la nuestra con un valor muy específico, y así compramos encantados blisters de pastillas o de pilas, mientras vamos a un hub empresarial...
Por último, el caso es que existe una palabra española específica para designar la pieza central de la rueda y no es otra que "Cubo" que en su segunda acepción según la RAE signfica precisamente eso. ¿A que ahora ya entendemos de dónde viene la palabra "Tapacubos"?



martes, 29 de diciembre de 2020

Necios

 Hemos asistido en este año maldito a la exaltación del necio. Y es que el necio no es un tonto cualquiera, el necio es un imbécil con voluntad de serlo, un bobo obstinado, un idiota  empecinado en el error en el sentido más grave que pueda haber: un tonto orgulloso de serlo, porque como dice la RAE (la RAE, no tu vecino) el necio, en puridad, es un ignorante que no sabe lo que podía o debía saber. O sea que pudiendo conocer la verdad de las cosas, prefiere ignorarlas, chapotear como un cerdo en el lodazal de  la  propaganda obscena, que abotarga, animaliza y solo nos ofrece pienso infame.

¿De qué hablo? De la pandemia, evidentemente. El que quiera saber, tiene los medios para informarse, el que quiera conocer, los libros que explican todo, o  las pocas webs que con orgullo e independencia buscan la verdad cada día.

El que no quiere informarse es un necio, porque pudiendo saber, o debiendo saber, baja la cerviz, y es feliz en el error. No quiere informarse, el rebaño le basta, la piara que conduce su jefe le satisface. Ha perdido la condición humana. 

De necios están los establos llenos.



jueves, 15 de agosto de 2019

Gentrificación



Una palabra estúpida esta de gentrificación, que incluso está creando el verbo a partir de un sustantivo inexistente en castellano, que pretende referirse al proceso por el cual cierta  clase media  establece su residencia en una zona tradicionalmente de clase trabajadora,  desplazando a las clases humildes que vivían en el área, que son sustituidas por clases acomodadas, con lo que cambia el carácter tradicional de la zona. 
El fenómeno es real, evidentemente, y fue estudiado por la socióloga británica Ruth Glass que fue la primera que acuñó el término gentrification estudiando el desplazamiento de las clases trabajadoras de Londres de barrios que eran ocupados por clases medias. Ahora bien, que la situación sea real y que el término defina una realidad sociológica, no quiere decir, ni mucho menos que haya que adoptar ese anglicismo infame. Se esperaría de sociólogos, periodistas y políticos, por citar solo algunos ejemplos, que usasen una traducción adecuada del término. Lo que sucede es que es mucho más fácil copiar términos y fascinarse de forma cursi con estos vocablos fusilados de la lengua de Benny Hill, que pensar dos segundos en una alternativa.
Y nada más sencillo, por cierto, dado que gentry no significa solamente pequeña aristocracia, significa también burguesía, gente acomodada, o "gente bien", así que la solución es facilísima, tan fácil que en algún diccionario se define gentryfication como aburguesamiento, lo cual sería una solución perfecta para dejar de mamar, por ignorancia culpable, de la lengua de las Spice Girls.

miércoles, 5 de junio de 2019